Mediante el uso de la ecografía podemos diagnosticar patologías de una forma específica y no invasiva. De este modo, ciertos procesos patológicos que necesitarían de pruebas más costosas e invasivas, pueden ser diagnósticados con exactitud, permitiendo incluso la realización de citologías o biopsias ecoguiadas ecográficamente para precisar de forma más certera el diagnóstico.